Qué es una estufa eléctrica y cómo funciona

Deberíamos empezar por el hecho de que bajo el término estufa eléctrica se entiende una amplia gama de calentadores eléctricos muy diferentes. Desde los clásicos radiadores de aceite, calefactores y convectores eléctricos hasta los modernos emisores térmicos y acumuladores de calor. Se diferencian en el método de generación de calor, su almacenamiento y distribución al medio ambiente, en tamaño y potencia y, como resultado, en su propósito. Lo único que une a todos estos dispositivos es la electricidad, que es energía y principal fuente de generación de calor para todos estos calentadores, por lo que solemos llamarlos estufas eléctricas o calentadores eléctricos.

Una estufa eléctrica moderna es una solución eficaz para calentar una habitación utilizando únicamente electricidad de la red eléctrica doméstica.

En esta guía completa, os invitamos a explorar el mundo de todos los calentadores eléctricos modernos. A continuación, analizaremos detalladamente todas las opciones disponibles, responderemos las preguntas más frecuentes y os ayudaremos a tomar una decisión informada sobre cómo сalentar toda la casa o una habitación con ayuda de electricidad de la manera más eficiente.

¿Qué tecnología hay detrás de estos dispositivos y cuál es la más adecuada para cada espacio específico? ¿Qué tipo de estufa eléctrica es más eficiente y cuál es la potencia adecuada para una habitación? ¿Cuánto consume una estufa eléctrica y cómo se puede minimizar los costes de calefacción? Si estamos preparados para entender todo esto, entonces comencemos.

Transferencia de calor

Para comprender mejor toda la variedad de calentadores eléctricos modernos, tendremos que profundizar un poco más en la física de la transferencia de calor. Pero para nuestros propósitos, prescindamos de teoremas y fórmulas complejas, simplifiquemos un poco esta ciencia interesante y simplemente aprendamos que todas las estufas eléctricas utilizan uno de los tres modos de transferencia de calor: conducción, convección o radiación [1].

Transmisión de calor por conducción

La transmisión de calor por conducción es el proceso de transferencia de calor entre las partículas de un mismo objeto o entre los objetos diferentes, que se produce a través del medio material mediante el movimiento de micropartículas [2].

Un ejemplo sencillo de este proceso puede ser una barra de metal, uno de cuyos extremos calentamos sosteniéndolo sobre una llama. Primero, el calor de la llama calentará esta parte de la barra y luego el calor se extenderá gradualmente hacia el otro extremo de la barra. Esto es lo que llamamos transferencia de color por conducción. Un método para difundir calor a través de un material como el metal o, mirando un poco hacia adelante, como el aceite, y se utiliza en calentadores eléctricos para calentar el aire ambiente.

Transmisión de calor por convección

La trasmisión del calor por convección es el proceso de transferencia de calor en medio de un líquido o un gas debido al movimiento interno de sus micropartículas. Las partículas más calientes se mueven a las zonas más frías, mientras que las partículas más frías, por el contrario, ocupan sus zonas. A medida que estas partículas se calientan, reinician el ciclo nuevamente, creando así una circulación continua que llamamos transferencia de color por convección [3].

Un ejemplo claro de este proceso puede ser una olla de agua que calentamos desde abajo. Las capas de agua cerca del fondo se calientan y suben a la superficie, mientras que las capas superiores de agua más fría se hunden para reemplazarlas y el proceso de convección se repite una y otra vez. En cuanto a la calefacción de una habitación, ocurre exactamente lo mismo con el aire que calentamos.

Transmisión de calor por radiación

La transmisión de calor por radiación es un proceso de transferencia de calor a través de rayos infrarrojos desde la fuente de dicha radiación directamente a los objetos y personas a los que se dirige y sin necesidad de calentar el aire intermedio [4].

Un ejemplo comprensible para todos de este proceso es estar al sol en un día fresco. A pesar de que el aire puede estar frío, nos sentimos cálidos cuando los rayos del sol tocan directamente nuestra piel. Esto es porque el sol emite calor exactamente en forma de radiación, que viaja en forma de rayos y calienta directamente los objetos que toca en lugar del aire que atraviesa. Esto es lo que llamamos transferencia de calor por radiación y lo que utilizan eficazmente los calentadores infrarrojos.

Tipos de estufas eléctricas

Ahora que ya conocemos las tres formas de difundir el calor, vamos a volver a las estufas eléctricas para clasificarlas y descubrir ¿cuál es la diferencia entre los diferentes tipos de calentadores eléctricos?

Estufas de conducción

Los representantes más habituales de estufas de conducción son los radiadores de aceite clásicos y sus alternativas más modernas, los emisores térmicos.

Radiadores de aceite

Los radiadores de aceite son un tipo de calentador eléctrico más conocido y común que funciona según el principio de transferencia de color por conducción. Dentro del radiador de aceite hay un depósito térmico con aceite que se calienta mediante un elemento calefactor eléctrico. A medida que el aceite se calienta, transfiere el calor a la carcasa metálica del radiador, que luego transmite el calor a su alrededor.

La mayoría de los radiadores eléctricos tienen ruedas y así se pueden mover cómodamente por el piso para calentar mejor una u otra habitación o incluso un área específica. Además los radiadores de aceite emiten un calor suave y uniforme que se puede ajustar con un termostato, lo que los convierte en uno de los calentadores móviles más populares y eficientes en todo el mundo.

Una descripción más detallada de este tipo de calentadores se encuentra en nuestro material separado sobre los componentes principales, el principio de funcionamiento y los tipos de radiadores de aceite eléctricos.

Radiadores toalleros eléctricos

Los radiadores toalleros eléctricos son dispositivos de calefacción diseñados para cumplir una doble función: proporcionar calor en el baño y secar las toallas de forma eficiente. También son una solución eficaz para evitar la humedad y el moho en el baño, ya que la rápida evaporación de la humedad contribuye a mantener el entorno seco y saludable. En su gran mayoría, se trata de dispositivos estacionarios que se fijan a la pared y se enchufan a una toma de corriente normal.

Emisores térmicos

Los emisores térmicos también son calentadores eléctricos de conducción, sin embargo, a diferencia de los radiadores de aceite, se trata de un sistema de calefacción más tecnológico con una gran eficiencia energética. Los termoemisores eléctricos utilizan otros tipos de líquidos como el fluido caloportador o materiales como la mica en lugar de aceite, que, junto con otras tecnologías modernas, les permite almacenar mejor el calor y consumir menos electricidad debido a la inercia térmica.

Dependiendo de la tecnología y el tipo de material utilizado, los emisores termoeléctricos se clasifican en emisores térmicos secos, emisores térmicos de fluido y emisores térmicos cerámicos. Vamos a ver qué son estas variedades.

Emisores térmicos secos

Los emisores térmicos secos, también llamados emisores de aluminio, se calientan rápidamente, pero también disipan el calor al instante. Esta es la opción más económica y se recomienda para calefacción de un espacio durante no más de 4 horas al día.

Emisores térmicos de fluido

Los emisores térmicos de fluido, también conocidos como emisores térmicos de calor azul por el color del líquido utilizado, tienen mayor inercia térmica y pueden retener el calor hasta 4 horas. Por lo tanto, estos calentadores se recomiendan para la calefacción continua de espacios durante hasta 8 horas al día y son adecuados para instalación completa.

Emisores térmicos cerámicos

Los emisores térmicos cerámicos tardan más en alcanzar la temperatura requerida, pero gracias a su mayor inercia térmica, retienen el calor por más tiempo también. Son recomendados para calefacción de espacios durante más de 8 horas al día y son los emisores térmicos de más bajo consumo de electricidad.

Acumuladores de calor

Un tipo separado de estufas eléctricas de conducción son los acumuladores de calor. Se trata de dispositivos especiales que, al igual que otros calentadores eléctricos, producen energía térmica a partir de la electricidad, pero no la liberan instantáneamente, sino solo cuando es necesario. Así, el principal valor de estos acumuladores es la optimización de los costes de calefacción debido a las diferentes tarifas eléctricas en las horas punta y valle.

En el mercado moderno se pueden distinguir tres tipos principales de estos dispositivos. Se trata de acumuladores de calor estáticos, acumuladores de calor dinámicos y acumuladores de calor solares. Conozcamos un poco más de cerca cada uno de estos tipos.

Acumuladores de calor estáticos

La opción más económica y más fácil de usar. Después de una carga suficiente, el acumulador de calor estático, libera energía térmica al medio ambiente de manera constante y continua.

Estos modelos no permiten aprovechar plenamente las ventajas de la hora valle, como lo hacen los modelos dinámicos, pero compensan esta desventaja con un precio relativamente bajo y una mayor eficiencia energética en comparación con los calentadores eléctricos comunes.

Acumuladores de calor dinámicos

El acumulador de calor dinámico es capaz de almacenar calor gracias al material aislante del interior y liberarlo sólo cuando sea necesario, por ejemplo, cuando la temperatura desciende por debajo de la configurada o sólo a determinadas horas del día. Por tanto, se trata de una solución mucho más eficiente, que permite aprovechar al máximo la diferencia de tarifas eléctricas y calentar la estancia sólo cuando es necesario y exclusivamente a una tarifa baja.

Por supuesto, se trata de dispositivos más caros que los modelos estáticos, pero los costes iniciales pueden cubrirse rápidamente con las facturas de la luz más agradables.

Acumuladores de calor solares

Los acumuladores de calor solares son una solución de calefacción más eficiente energéticamente para casas con placas solares instaladas. Especialmente en España u otros países con clima soleado, donde los paneles solares producen más energía de la que consume el usuario. Este exceso de energía puede ser aprovechado por el acumulador de calor solar para almacenar calor, que el usuario podrá disponer posteriormente cuando lo desee. En el caso de que la energía solar no sea suficiente para cargar el acumulador, se puede utilizar parte de la energía eléctrica para ello, de forma programada por el usuario por supuesto.

Por tanto, es el sistema de calefacción eléctrico más moderno y más eficiente en la actualidad. Con un precio por dispositivo más alto, pero con tarifas de calefacción récord en el futuro.

Estufas de convección

Los calentadores de convección cuentan con un elemento calefactor de alta resistencia, especialmente adaptado para calentar el aire que entra. Luego, según el principio de convección, el aire caliente, al volverse menos denso, tiende a subir, creando un flujo ascendente. A medida que el aire caliente sube, crea un vacío parcial en la parte inferior, lo que obliga a que el aire más frío circule hacia el elemento calefactor para ser calentado de nuevo.

Hay dos grupos de estufas de convección en el mercado. Calentadores portátiles de ventilador para calentar directamente una zona determinada, que a menudo se denominan calefactores eléctricos, y calentadores más grandes y más potentes para calentar una habitación entera, que a menudo se denominan convectores eléctricos. Aunque en realidad esta no es una clasificación muy correcta y todos estos son convectores eléctricos. Pero estos son los nombres que se han formado históricamente, así que no discutamos.

Calefactores eléctricos

Se trata de calefactores pequeños, económicos y de baja potencia diseñados para calentar una zona determinada. La gran mayoría de los calefactores eléctricos modernos tienen un ventilador interno para una distribución más rápida del aire caliente y, por tanto, una calefacción más eficiente. Por eso estos calentadores también se denominan termoventiladores o ventiladores térmicos. Aunque, en todos estos casos, hablamos de los mismos calefactores, que calientan el aire con electricidad y contribuyen a su distribución más eficaz con la ayuda de un ventilador.

Convectores eléctricos

Por convectores eléctricos nos referimos a calentadores del tipo de convección de mayor potencia, suficiente para calentar toda una habitación separada. Pero sigue siendo un dispositivo portátil que se puede mover fácilmente a cualquier lugar. El principio de calefacción es el mismo que el de todos los calentadores de convección. Primero, el elemento calefactor dentro del dispositivo calienta el aire y luego el aire se distribuye por toda la habitación. A veces, los convectores tienen una función de ventilador para acelerar este proceso.

Por cierto, estos son sólo los dos tipos de calentadores de convección más comunes en el mercado, que se dividen en grupos separados. También hay calefactores de pared, de torre, de baño y otros. Pero, nuevamente, estamos hablando exclusivamente del tamaño, la forma, la potencia del calefactor y su finalidad para una habitación entera o una zona separada de la misma. En todo lo demás, son todos los mismos calentadores de convección, cuya principal ventaja es la velocidad de calentamiento y una gran variedad de tipos y formas que se pueden incorporar a cualquier habitación o local.

Estufas de infrarrojos

Los representantes de la implementación del principio de radiación térmica para calentar espacio son un gran grupo de estufas de infrarrojos, también llamados calentadores infrarrojos. Los calentadores infrarrojos tienen un elemento especial que cuando se calienta emite el calor en forma de radiación infrarroja. Esta radiación, como comentamos anteriormente, se asemeja a los rayos del sol y calienta directamente los objetos y personas que encuentra a su paso, en lugar de calentar el aire circundante.

Dependiendo del material y diseño del elemento clave que emite radiación, los calentadores infrarrojos se pueden dividir en calentadores halógenos, de cuarzo, de carbón, de grafeno y otros. En el mercado moderno de estufas infrarrojas, los más comunes son radiadores halógenos, calentadores de cuarzo y calentadores de cerámica, que consideraremos con más detalle a continuación.

Calentadores halógenos

Los calentadores halógenos utilizan lámparas halógenas para producir calor infrarrojo con un característico brillo dorado. Los radiadores halógenos tienen una alta potencia y un tiempo de calentamiento muy rápido, lo que determina las principales ventajas de dichos calentadores. Las estufas eléctricas halógenas están diseñadas para calentar áreas específicas como, por ejemplo, una zona de estar o un espacio de trabajo, y pueden emitir gran cantidad de calor durante un largo período de tiempo.

Calentadores de cuarzo

Los calentadores de cuarzo utilizan un tubo de cuarzo con una espiral de carbono como elemento calefactor. Cuando se calienta, la fibra de carbono emite calor en forma de radiación infrarroja de onda corta. Las ventajas de los calentadores de cuarzo son un calentamiento rápido y un bajo consumo de energía con una eficiencia de hasta el 95%. Pero, al mismo tiempo, son unas estufas eléctricas infrarrojas más caras.

Calentadores de cerámica

Cuando hablamos de calentadores infrarrojos cerámicos, no nos referimos a la tecnología del elemento calefactor, sino principalmente a la carcasa de material cerámico en la que está encerrado este elemento. El calor del elemento calefactor se transmite directamente a la cerámica y desde la carcasa se distribuye al ambiente. La superficie de la carcasa cerámica es varias veces mayor que la del elemento calefactor, por lo que el calor se desprende de forma más activa.

Debido a su forma y capacidad de difundir calor por radiación a través de ondas infrarrojas, este tipo de calentadores a menudo se denomina panel radiante, panel calefactor por infrarrojos o simplemente panel de infrarrojos, aunque en realidad los calentadores de cerámica pueden tener otras formas. Debido a su aspecto moderno, alta eficiencia energética y precio atractivo, hoy en día es un tipo de calentador muy popular.

Por separado cabe señalar que cada uno de los tipos de estufas eléctricas descritas anteriormente tiene sus propias variaciones. Dependiendo del tamaño, la movilidad, la potencia, el método de fijación y el propósito de uso, pueden ser calentadores pequeños o grandes, de baño o de habitación, de techo o de pared, portátiles o instalados, en forma de torre o en forma de panel.

Por lo tanto, para no perderse en este complejo mundo de los calentadores eléctricos modernos, creemos que primero es necesario descubrir qué tipo de calor y, en consecuencia, qué tipo de calentador es la solución más adecuada para calentar un espacio determinado y, solo luego, elegir un modelo específico en función de sus características determinadas.

Normas de seguridad de las estufas eléctricas

Mucha gente se pregunta ¿Si son seguros los calentadores eléctricos? ¿Si puedo dejar un calentador eléctrico encendido toda la noche? Bueno, las estufas eléctricas no emiten gases tóxicos ni monóxido de carbono, no tienen ningún riesgo de fugas de combustible, no hay llama abierta, así que son verdaderamente la forma más segura de calefacción. Pero como hablamos de máquinas eléctricas de alta potencia que generan calor a una temperatura alta, es importante seguir ciertas normas de seguridad para garantizar un uso seguro y evitar riesgos.

  • Conexión segura. Hay que utilizar un tomacorriente que funcione y no sobrecargar el circuito eléctrico de la casa. También debemos evitar el uso de alargadores si no son necesarios.
  • Ubicación correcta. El calentador eléctrico debe colocarse sobre una superficie plana y sólida, lejos de cortinas, muebles, ropa y otros objetos inflamables. La distancia alrededor del calentador debe ser suficiente para la circulación de aire.
  • Uso previsto. Está prohibido colocar objetos o ropa sobre el calentador mientras esté en funcionamiento, ya que esto puede impedir la circulación del aire y provocar un sobrecalentamiento.
  • Supervisión periódica. No se recomienda dejar el calentador encendido por mucho tiempo sin supervisión. Hay que apagar el calentador cuando no esté en uso, cuando salimos de casa o antes de acostarnos.

Ventajas y desventajas de estufas eléctricas

Por supuesto, como cualquier otro sistema de calefacción, las estufas eléctricas tienen sus ventajas y desventajas. Aunque, desde nuestro punto de vista, son los calentadores eléctricos modernos los que tienen más beneficios competitivos y un solo inconveniente.

Ventajas de estufas eléctricas

  • Fácil instalación. Las estufas eléctricas son fáciles de instalar ya que sólo necesitan un enchufe eléctrico y nada más. No requieren conexión de gas ni salida de humos.
  • Bajo mantenimiento. A diferencia de otros sistemas de calefacción que requieren una limpieza regular y otros mantenimientos, las estufas eléctricas funcionan sin ninguna intervención o inspección.
  • No hay combustible. El combustible para las estufas eléctricas es la electricidad, que siempre está disponible en la red eléctrica. Y por lo tanto, no es necesario pensar constantemente en comprar, almacenar un combustible adicional y recargarlo a tiempo.
  • Seguridad. Las estufas eléctricas son más seguras desde el punto de vista de posibles fugas de gas, otros productos de combustión, vapores tóxicos y no crean una fuente de inflamación.

Desventajas de estufas eléctricas

Desafortunadamente, a pesar de todas las ventajas obvias, casi cualquier sistema de calefacción eléctrica hoy en día tiene un inconveniente llamado costo de la electricidad. Teniendo en cuenta las altas tarifas eléctricas, las estufas eléctricas pueden ser costosas de operar. En otras palabras, los costos de calefacción pueden ser más altos que en otros sistemas.

A este respecto cabe mencionar los acumuladores de calor eléctricos dinámicos, que pueden aprovechar las tarifas eléctricas de la hora punta y almacenar calor a un precio óptimo, y los enchufes inteligentes, que pueden optimizar los costos de energía incluso para los calentadores eléctricos comunes.

Preguntas frecuentes

Por supuesto, después de una parte teórica tan extensa, pueden surgir un montón de preguntas adicionales y más prácticas. A continuación responderemos a las preguntas más frecuentes sobre los calentadores eléctricos.

¿Qué tipo de estufa eléctrica es más eficiente?

En realidad, la pregunta sobre las estufas eléctricas más eficientes es muy difícil, porque depende de muchísimas circunstancias. La respuesta sencilla y aproximada es la siguiente.

Si buscamos una solución para calentar una determinada habitación durante muchas temporadas de forma regular, es mejor realizar una inversión a largo plazo, y en este caso la mejor opción son las estufas eléctricas más caras y energéticamente más eficientes, como un panel radiante, un emisor térmico o un acumulador de calor.

En caso contrario, si buscamos una solución temporal y universal, entonces es más rentable dar preferencia a estufas eléctricas más simples, pero al mismo tiempo más baratas. En este caso la mejor opción son los calentadores eléctricos portátiles clásicos que han resistido la prueba del tiempo, como un radiador de aceite, un calefactor de ventilador o un calentador halógeno.

¿Se puede enchufar el calentador eléctrico a un tomacorriente normal?

Para el funcionamiento de estufa eléctrica doméstica común se requiere un tomacorriente regular que funcione normalmente con cables de fase, neutro y toma de tierra. Pero, dado que los calentadores eléctricos son dispositivos de alta potencia, no se recomienda conectarlos mediante enchufe defectuoso, cable alargador, base de enchufes de mala calidad o directamente al cableado antiguo.

Al conectar el calentador a través de un enchufe inteligente adicional, podemos optimizar significativamente el funcionamiento del calentador eléctrico regular y ahorrar en calefacción. El tomacorriente inteligente se conecta a un tomacorriente fijo normal, pero se enciende y apaga desde el teléfono móvil, según un horario determinado, o incluso cuando se alcanza una determinada temperatura en la habitación.

¿Cuánto consume una estufa eléctrica?

La respuesta a la pregunta de ¿cuánta energía consume una estufa eléctrica? siempre se indica en su embalaje. Se trata de la potencia eléctrica del dispositivo en kW (kilovatios). Esta es la cantidad máxima de electricidad consumida por el calentador por una hora. Si, por ejemplo, una estufa eléctrica tiene una potencia máxima de 1,5 kW y funciona a la máxima potencia durante 5 horas al día, entonces consume 1,5 × 5 = 7,5 kW / día. Si el calentador no funciona a plena potencia, entonces consume menos electricidad.

¿Cuál es la potencia adecuada para calentar una habitación?

Para calcular la potencia necesaria para calentar una habitación hay que tener en cuenta varios factores. Se trata de la superficie de habitación y la altura del techo en primer lugar, pero también de la eficiencia energética de las paredes, de la orientación de la vivienda y, por supuesto, de la temperatura exterior. Pero el valor promedio en el que se puede orientar es de aproximadamente 100 W por 1 m². Así la potencia necesaria mínima para una habitación de 10 m² es de aproximadamente 1 kW, para una habitación de 15 m² es de aproximadamente 1,5 kW y para una habitación de 20 m² es de aproximadamente 2 kW.

¿Cómo regular la temperatura de un calentador eléctrico?

Todos los modelos de estufas eléctricas modernas están equipados con un termostato, que permite ajustar manualmente una u otra potencia y, así, regular la cantidad de calor que emite el calentador y la temperatura deseada en la habitación.

¿Cuál es la vida útil típica de un calentador eléctrico?

Un calentador eléctrico es un dispositivo muy simple y confiable. Si elegimos marcas probadas, la estufa durará al menos entre 10 y 15 años. Además, la mayoría de los fabricantes ofrecen una garantía total durante los primeros 2–3 años. Entonces, podemos decir que la compra de un calentador eléctrico es una inversión muy confiable.

Conclusiones

Como resultado de esta detallada excursión al mundo de las estufas eléctricas, se puede enfatizar una vez más que un calentador eléctrico es una excelente manera de calentar nuestro hogar sin la molestia de la instalación complicada o la compra constante de combustible. A diferencia de las estufas a base de combustibles, los calentadores eléctricos no emiten humo ni gases nocivos y, sin duda, son la forma más fácil y más segura de calefacción en el mercado.

También descubrimos que, como en otros sistemas de calefacción, el calor en las estufas eléctricas se puede producir y transferir de varias maneras. Es decir, por conducción, convección o radiación. Hemos analizado los rasgos característicos de cada tipo de transmisión y, en general, hemos clasificado toda la enorme y diversa gama de calentadores eléctricos modernos. Así sabemos qué es un radiador de aceite y un emisor térmico, un calefactor o un convector, un calentador infrarrojo halógeno, de cuarzo o de cerámica.

Una gama tan amplia de dispositivos, tanto a nivel de tecnología como de potencia, forma, tamaño y en definitiva precio, permite a los usuarios elegir la opción que mejor se adapte a sus necesidades específicas de calefacción y encaja en cualquier interior de la mejor manera.

Referencias

1. Transferencia de calor
https://es.wikipedia.org/wiki/Transferencia_de_calor

2. Transferencia de calor por conducción
https://www.youtube.com/watch?v=V5yxAmAgyzA

3. Transferencia de calor por convección
https://www.youtube.com/watch?v=_9cCpihh2gI

4. Transferencia de calor por radiación
https://www.youtube.com/watch?v=-twz9I6vNFE